domingo, 31 de octubre de 2010

El Timbó

Dado a que hemos estado regalado este tipo de árbol autóctono ya es hora que compartamos con ustedes su descripción.

Timbó-puitá (Enterolobium contortisiliquum).

Nombre/s vulgar/es: timbó-puitá, timbó colorado, timbó, pacará, oreja de negro, cambá-nambí.

Altura:15-30 metros

Familia: Mimosacea

  Desde tiempos inmemoriales el timbó ya era usado por los aborígenes. Los tobas construían canoas con su tronco. Simplemente ahuecaban uno que fuera recto y que tuviera el tamaño apropiado. Tobas y pilagás usan sus frutos como sucedáneo del jabón. Hojas y corteza son usadas como ictiotóxicos. Tanto las hojas como la corteza y los frutos tienen aplicaciones en la medicina popular.

    El fruto es lo más característico de este árbol, de ahí su denominación de “oreja de negro”. Es una legumbre indehiscente, lisa y subleñosa, que mide 4-9 cm x 4-7 cm, con un espesor de 1-1,5 cm. Forma un círculo incompleto con orificio. Color pardo oscuro a casi negro en la madurez

Leyendas

Bueno existen al menos dos leyendas sobre este árbol y se desconoce cual de ellas es la original,ustedes serán el ultimo juez en decidir con cual se quedan.

Leyenda I

Era un viejo cacique indio: alto, musculoso, de melena tirando a gris y de plumas rojas bajo la vincha. La india que compartía su toldo le había dado varios hijos varones seguidos y recién al final, una hija, la cual fue criada como una princesa, salvaje, es cierto, pero con mimos de princesa.Al llegar a los quince años, esta se enamoró del hijo del cacique de la tribu vecina que era enemiga, y como por las leyes indígenas no podían unirse en m matrimonio, se unieron ellos por voluntad de amor ante el máximo sacerdote de sus creencia primitivas, que era el Sol. Y la princesa, así, desapareció del toldo, o sea del hogar, pues el hijo del cacique, huyendo a su vez de los suyos, le había llevado lejos.El padre de la joven, desesperado, salió con un grupo de guerreros a rescatar a su hija. En su busca cruzaron bosques, ríos, arroyos, escalaron serranías, andando durante meses bajo las lunas blancas.Pero llegó el invierno, y los guerreros creyendo que el cacique había enloquecido de dolor y creyendo a la vez que la princesa no iba a ser hallada, lo abandonaron.

Continuó el viejo cacique la búsqueda el solo; pero ya no era el jefe, el tubichá, quien lo sostenía en su intento, sino su amor de padre. De tiempo en tiempo se detenía y apoyaba una de sus orejas en la tierra, siempre en la esperanza de oír, a lo lejos las pisadas de la princesa buscada. Así pasó el invierno. Al llegar la primavera, los guerreros partieron en busca del cacique y luego de mucho andar lo hallaron muerto. Al intentar levantarlo, notaron que una de sus orejas estaba unida a la tierra como con raíces. Con cuidadoso esfuerzo lo levantaron, pero la oreja quedó unida al suelo. Y de esa oreja nació una plantita que fue creciendo, creciendo hasta convertirse en un grande y hermoso árbol al que pusieron nombre de Timbó; y ese árbol tiene las semillas con la forma de la oreja humana de color oscuro, como fue la oreja del viejo indio, que murió pegada a su cabeza a la tierra en la esperanza de oír los pasos de la hija que volvía.

Leyenda II

En la llanura chaqueña la vida era muy dura durante los meses de verano
Atravesando grandes distancias, a pie o a caballo, se encontraban algunos modestos caseríos visitados de vez en cuando por algún ciego y su lazarillo.
La llegada del ciego con estampas y baratijas y algunos libros de viajes o vida de santos, era siempre un acontecimiento; y al modo de los juglares, el viajero encontraba hospitalidad y afecto en los abnegados pobladores del Chaco legendario.
Un dia Timbo, anciano ciego, atravesaba el campo con su lazarillo.
La saca enorme contenía los alimentos para el viaje y los libritos para la venta. La mano apoyada sobre el hombro de su lazarillo se hacía cada vez más pesada; y los ojos sin luz sentían, a pesar de las sombras eternas las fuerzas de las brillazones que castigaba la mirada dulce del lazarillo, a quien Timbó amaba como a un hijo.
Iban atravesando una cañada. Era a la siesta. El niño miró hacia el cielo y vio a los pajaritos volar libremente; miró hacia el bosque... y la agreste selva parecía entonar allá lejos, con la música del ramaje verde, himnos de libertad para invitarlo a disfrutar de un derecho común.
Él, siempre había tenido que vivir sujeto a Timbó, el amigo que lo trataba bien, pero cuya mano temblorosa siempre sostenía sobre el hombro como un peso que lo esclavizaba. No había tenido amigos de su edad.
Estas reflexiones hechas a campo traviesa, dieron al lazarillo una fuerza extraña..., tan extraña, que sin saber cómo, separó bruscamente la mano de Timbó y echó a correr en aras de la libertad. El ciego no pudo comprender lo que pasaba. Llamó al niño una y otra vez. Lo esperó confiado porque lo amaba y creía en su lealtad. Sus ojos en eterna noche no pudieron contar las noches y los días; pero él esperaba... esperaba... echando el oído en tierra con la esperanza de escuchar sus pasos.
El viento de la cañada se mostró implacable; la lluvia le caló los huesos, y un frío de muerte recorrió el cuerpo del anciano. De pronto creyó escuchar unos pasos; una tibieza amorosa recorrió su cuerpo, y derramando cálidas lagrimitas, se sintió transportado a una región muy hermosa. El corazón no le latía más.
Llego la primavera y en aquel lugar creció una plantita, primero tímida, después fuerte y vigorosa
Pronto fue esa planta más alta que la selva vecina. Tenía prisa por crecer y ya en lo alto se cubrió de flores, pequeñas como lágrimas, para mirar a la distancia. Quería ver... después multiplicó sus orejas y agachando las ramas hacia la tierra pareciera que todavía confiara escuchar los pasos del ausente.
Esta es la leyenda del timbó, un árbol de la región, cuyo fruto, llamado vulgarmente “oreja de negro” cae al suelo siempre del mismo lado como una oreja en actitud de escuchar.
Y dice la gente de campo que el que vive bajo la sombra de un Timbo, jamás traiciona, porque el Timbo es el símbolo de la lealtad.

5 comentarios:

  1. Gracias por ilustrarnos acerca de las leyendas del Timbó.

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  2. alguien me puede decir porque el timbó esta en la selva y no en otro ambiente (es tarea para el cole y no encuentro en ninguna fuente)

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    Respuestas
    1. Pone que porque prefiere suelos húmedos, de PH neutro y porque requiere abundante sol. En la selva consigue todo eso.

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  3. ayudennnnnmmmmmeeeennnn, porfavoooorrrrr!!!!!!!!!!!

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